OBJETIVO Y FINALIDAD

La Guardia de Honor tiene necesariamente el mismo objeto esencial que las otras formas de devoción al Sagrado Corazón, que se refiere al Corazón miso de Jesús como parte de su naturaleza humana.

El sentido que se le atribuye a la palabra corazón es doble: anatómico y fisiológico, porque es fuente de nuestra vida física, y en el sentido simbólico es la expresión de los sentimientos, de la amistad y del amor. En las culturas antiguas se tomaba como el órgano central de la vida psíquica, de su afectividad, de su inteligencia, de su bondad y maldad, de su moralidad y conciencia, de su libertad y dinamismo interior, de sus deseos e inquietudes, de sus penas y felicidades, pero la Guardia de Honor nos lo muestra desde un punto de vista especial.

No es solamente el Corazón de Jesús el que presenta a nuestros homenajes, sino al Corazón herido, visiblemente con la lanza en el árbol de la Cruz, y herido invisiblemente todos los días por el olvido, la ingratitud y los pecados de los hombres.

Fin de la hora en presencia ante el Corazón de Jesús es:

Curar estas heridas del Corazón de Jesús por medio de un culto perpetuo de consuelo, con el siguiente lema: Gloria, Amor y Reparación al Sagrado Corazón de Jesús.

  1. GLORIA – Proclamando su realeza y su reinado social, como Rey y nosotros somos sus Guardias de Honor.
  2. AMOR – Por la entrega de nuestros corazones a este Corazón de Amor, a la vez que tan bueno, tan amante y tan abandonado por los hombres.
  3. REPARACIÓN – Por la práctica de las virtudes cristianas, especialmente por la penitencia y el celo, para reparar el ultraje del pecado y de sus deplorables efectos, y por la ofrenda que se hace a Dios Padre de la Sangre y Agua que salieron del Corazón herido de nuestro Salvador.