La Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús se celebra el viernes posterior al segundo domingo de Pentecostés. La Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos vivamos este mes demostrándole a Jesús con nuestras obras, lo mucho que lo amamos y correspondemos a su amor.
El verbo de la bondad divina se ha hecho corazón humano para salvar a los hombres por ser pecadores, revelando el corazón del Padre.
La imagen del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda el núcleo central de nuestra fe, todo lo que Dios nos ama con su Corazón y todo lo que nosotros le debemos amar.
El corazón de Jesús simboliza y expresa su amor misericordioso hacia nosotros, que difunde por medio de su Espíritu, en nuestros corazones.
De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús, es sacrificarse y entregar con amor, algo tuyo a Jesús.
El Corazón de Jesús se manifiesta como un símbolo eficaz de la reconciliación y penitencia.
El culto ofrecido a su Corazón sitúa la lucha contra las tentaciones, los vicios y los pecados en el horizonte de una reparación.
Es el Corazón del liberador espiritual, que nos arranca de la esclavitud del pecado y del demonio.
La contemplación del Corazón de Cristo nos ayuda a unirnos a Él a través de la comunión eucarística.
Recordemos también las 12 promesas del Sagrado corazón de Jesús, en las cuales promete derramar abundantes bendiciones con una generosidad verdadera a quien honre su Divino Corazón. Quienes están dirigidas a todo tipo de personas, sin distinción alguna.